Gigantes y Cabezudos

 

Comparsa de gigantes y cabezudos (Ayerbe)

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Gigantes de Ayerbe. Leticia, Miguel, Santiagué y Perico.

La tradición de gigantes y cabezudos en Ayerbe no se sabe exactamente de cuando data, constando la primera prueba documentada, a principios del siglo XX.

En época no muy lejana, el destacado protagonismo que tenían las danzas de los gigantes, por su carácter festivo y social, formó parte de la magia que envuelve los días de la fiesta.

La originalidad de los porteadores compartiendo ritmo y movimientos, la improvisación e inspiración, la agilidad y elegancia, la armonización y equilibrio, la compenetración, la utilización de un lenguaje de signos, la posesión de una indudable fortaleza física y una sensibilidad extraordinaria conseguían que los espectadores llegaran a confundirse con los propios participantes e incluso tomaran parte activa en el acontecimiento.

Cabecera en procesiones, cabalgatas y presidiendo todo tipo de actos, la comparsa de gigantes y cabezudos siempre ha formado parte activa de la chocha.

Historia

La primera noticia sobre los Gigantes y Cabezudos de Ayerbe aparece en El Diario de Huesca publicación del jueves 6 de septiembre de 1900 - página 2 -. Programa de fiestas. Día 9. "A las nueve, el Ayuntamiento en corporación acompañado de los gigantes y cabezudos y la música se trasladará desde la casa de la villa a la Iglesia para asistir a solemne función religiosa".

En el mismo diario, en la publicación del jueves 13 de septiembre - página 3 -, leemos: A las nueve de la mañana del día 9 el Ayuntamiento, como decía el programa, desde la Casa Consistorial acompañado de gigantes y cabezudos que lucían trajes nuevos regalados por amables señoritas...

El Diario de Huesca 10 de septiembre de 1902 - Página 2 - "Todo esto será amenizado por la banda del Regimiento del Infante, la cual llegó ayer, haciendo su entrada precedida de gigantes y cabezudos, procedentes de Jaca".

En el año 1913 había comparsa de gigantes y cabezudos según recogió el Heraldo de Aragón como acto de las fiestas de "Santa Leticia" en septiembre. Los gigantes fueron acompañados por el gaitero de Sariñena.

El día 8 de noviembre de 1916 los gigantes y cabezudos estuvieron en la inauguración de las obras del pantano de las Navas - Diario de Huesca 9 de noviembre de 1916 Página 1 - "A las nueve en punto, con un día claro y apacible formóse la comitiva, en la que figuraban la comparsa de gigantes y cabezudos..."

"Diario de Huesca" en la edición del día 4 de septiembre de 1917Página 3- aparece el programa oficial de las Fiestas de Santa Leticia en el que se lee:"A las cuatro de la tarde, efectuará su entrada la brillante Banda del regímiento de Aragón con tambores y cornetas y con la comparsa de Gigantes y cabezudos."

No se ha localizado ninguna noticia posterior sobre los gigantes y cabezudos hasta el año 1930 que la pareja de gigantes y cabezudos salieron a recibir en la estación a la Banda del Regimiento de Gerona. Al día siguiente, con la Banda, los gigantes salieron a esperar a la estación a los Danzantes de Huesca, que por iniciativa de José María Boira, participaron en la procesión de Santa Leticia. Los gigantes salieron 3 días de la fiesta, y se desconoce cualquier dato descriptivo o apelativo de los mismos. Hay noticias de sus porteadores: Raimundo Romeo y Blas Jiménez (Gigantes) y Valentín Esporrín y Jorge Salcedo (Cabezudos).

En el año 1931 se pagaron 60 céntimos de peseta por un pendiente para la giganta.

En el año 1932 la comparsa de gigantes y cabezudos salió a celebrar la fiesta de la República y también la del Ejército.

El Moro y la Reina

En el año 1935 aparecen El moro y La reina merced a la reforma que se hizo de los antiguos gigantes; los trajes los confeccionó Nieves Pérez que cobró 6 pesetas y el resto de los cambios obrados por Néstor Juncosa Ladrero; el coste total fue de 34’90 pesetas.

En los años 1939 y 1940 hubo nuevas enmiendas para los gigantes con unos costes respectivos de 88’50 pesetas y 71’20 pesetas; en el año 1942 se compró tela para rehacer las manos de los gigantes.



El Marqués y la Chata

En el año 1944, Luis Ladrero Bernués convirtió a El moro y La reina en El marqués y La chata; Encarnación López Sarasa, elaboró los nuevos trajes.

El marqués lucía gran sombrero y un puro en la boca y la chata presumía de una hermosa mata de pelo negra; ambos, levantaban los brazos al bailar.

En el año 1946 se le compró una peluca a la giganta por un importe de 10 pesetas.

En la década de los años 1950 la encargada de planchar y teñir los trajes era Amada Ena que pasó el relevo a Rosario Borau y, esta, a las madres de las presidentas de fiestas.

Al llegar los años de 1950, los porteadores cobraban 30 pesetas que pasaron a ser 250 pesetas y a finales de esta década ya eran 500 pesetas. A finales de los años 1960 cobraban 5000 pesetas y a principios de los años 1980 fueron 7500 pesetas.

Ya en la década de 1950 se afirmaban como porteadores a Mariano Rocha y José Sarasa que lo fueron hasta 1977 o 1978.

En el año 1952 se compró una nueva partida de cabezudos a Industria Recacha de Zaragoza, pasando a ser de dos a cuatro los cabezudos de la comparsa (PinochoForanoLa Agüeleta y Chivoser).

En el año 1961 Gregorio Latas construye los armados para los cabezudos.








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